19 Nov 2018

BY: Marcela Lockett

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25 de noviembre: día de la eliminación de la violencia contra la mujer

Hoy, 25 de noviembre, día de la eliminación de la violencia contra la mujer, me gustaría compartir desde mi lado más creativo, una historia escuchadas de una de las protagonistas que ha logrado dejar la violencia atrás. En homenaje a todas las supervivientes y animando a aquellas que se encuentran en el camino de encontrarse a si mismas, comparto con vosotras este relato.

«Maquetas»

Maqueta: «reproducción física y a escala, en tres dimensiones, por lo general, en tamaño reducido, de algo real o ficticio”.

Siempre tuvo una obsesión por las maquetas.Yo no podía entender como de esas cajitas que contenían innumerables y minúsculas piezas, como partes sagradas de un puzzle a encajar, podían salir grandes mansiones, con habitaciones espaciosas y llenas de luz; o tal vez humildes casas pero vivas, llenas de colores, como habitadas por familias felices que disfrutaban de la vida del campo y el sonido de los pájaros. (Esto yo me lo imaginaba tan solo con ver las imágenes de esas cajas, que tan cuidadosamente selladas, como bloques, formaban parte de nuestro estantes).Cuando comenzamos a convivir y noté que las cajas comenzaban a apilarse por tamaño, de menor a mayor, cuando llegue a contar ciento cincuenta en los estantes, me anime a preguntarle por su tesoro. Me dijo que de niño comenzó esa afición, ante un regalo de su madre en su séptimo cumpleaños.

Recuerda ese día, cuando con mucha emoción rompió el envoltorio, y comenzó a respirar el olor a madera fresca del bosque. Acto seguido cogió las pinzas, cuan cirujano experimentado, tratando con delicadeza las piezas que se iban desplegando ante sí. Luego solo recuerda el ruido y el dolor del cachetazo que le dio su madre, cuando una pieza resbalo por sus dedos, según él por su torpeza, (yo diría por el miedo que esa mujer le infundia),y prefirió guardar todo con sumo cuidado, para condenarlo al eterno olvido, pero a la vez a la existencia inmortal de lo no nunca acabado. Así fue como empezó todo.

Delante mío, pocas veces se animo a intentar armarlas. Yo solo observaba el temblor de sus manos, el sudor de su frente, como si se tratase de vida o muerte, de desarmar una bomba que podría destruir la existencia de todos, la terrible tarea de hacer encajar pieza con pieza. Cuando por una mala jugada del destino, una de ellas volvía a caer, como esa primera pieza fundante, me temía lo peor, los gritos se desencadenaban cuan tornado y yo escuchaba como desde lejos, en otra dimensión, con mi vista nublada, como una especie de ensoñación: “tu eres la culpable mujer, me has puesto nervioso como siempre”. Yo corría disimuladamente a la cocina para evitar el conflicto, me hacia pequeñita para pasar desapercibida y cuando el silencio lo inundaba todo, me animaba a regresar al salón. Las piezas estaban en el suelo: estrujadas, partidas, dañadas, violentadas, como si un gigante hubiese utilizado sus manos como una masa. Para mi suerte, él ya no estaba.

Un día, me encontré pidiéndole perdón, ya no recuerdo porque, podría ser porque amaneció nublado o lloviendo, su jefe le había mirado con mala cara o le había ignorado, o simplemente porque uno de los niños había amanecido malito, con 39 de fiebre, o estaba lleno de vida y no paraba de andar, correr y saltar…Me dijo seriamente, que esta bien, que lograría su perdón, que lo dejaría pasar esta vez pero solamente si iba hasta una tienda histórica en las afueras de Madrid, donde estaba la maqueta que deseaba, le sacaba una foto al escaparate, y le traía el catálogo actualizado. Ante mi pregunta, me dijo que no, que no le compre nada, porque claro “yo no sabia de esas cosas y todo lo haría mal, como siempre”. Así lo hice, como un penitente en procesión de Semana Santa, como muchas otras veces, cargue a mis niños en mis hombros, cogí el tren de cercanías y tras una hora y media de viaje llegue a la tienda para cumplir con mi promesa, satisfaciendo a ese niño déspota que llevaba en su interior.

Ahora las maquetas, se han multiplicado, puede que duplicado,o triplicado, siguen apiladas de manera meticulosa, seguramente clasificadas, catalogadas, registradas, ordenadas por serie, por fecha de fabricación, en los estantes de la casa de su madre… intactas, sin ser tocadas. En mis estantes ahora solo hay juguetes de niños, de niños de verdad, mis hijos. Hay pelotas rojas y amarillas, osos esponjosos, trenes de madera, cochecitos de carreras, más peluches suaves, tiernos, achuchables. Despliegue de vivos colores, formas y texturas variadas y agradables, fáciles de alcanzar, fáciles de tocar y de sentir, suficientes para llevarme a esa casa humilde pero viva donde ahora puedo escuchar el  sonido de los pájaros cantando.

04 Dic 2014

BY: admin

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¿Por qué una mujer permanece en una relación de maltrato?

Ayer trabajamos en el grupo de mujeres la pregunta: ¿por qué una mujer permanece dentro de una relación de pareja donde sufre violencia?.

Muchas veces hemos escuchados comentarios desde el sentido común en forma de sentencia: “no entiendo porque si la trata mal porque no se va”.

Podríamos decir que dar el paso, tomar esa decisión de romper la relación es algo complejo porque existen múltiples factores en juego que hacen que la situación se perpetué: factores que van desde características individuales, por ejemplo, nuestra propia historia infantil donde la violencia ya ha estado en nuestras vidas, o no nos hemos sentido valoradas o queridas; los mitos y mandatos acerca de cómo debe ser una mujer que se transmiten en la socialización y se legitiman socialmente, donde el rol de cuidadora de los otros como madres es el impuesto; las características propias del vinculo que se establece como el ciclo de la violencia ( no todo el tiempo se produce la violencia y en la fase de la llamada “luna de miel” aumenta la creencia sobre la posibilidad de cambio);  las secuelas del trauma en la mujer, la indefensión aprendida que hacen que se encuentre en una situación de “sin salida” y desesperanza, a veces de parálisis… Si a esto le sumamos que si bien se han dado avances sociales en cuanto a leyes y recursos que tienden a la protección de la víctima, muchas veces se sigue produciendo la revictimización siendo las mismas instituciones sociales las que no colaboran a favor de la autonomía y protección de las victimas. La falta de red de apoyo, el secreto que se produce por vergüenza y por el aislamiento social al que están sometidas… en fin, lo que está claro es que el análisis debe ser multicausal y a la vez empático con quien está inmersa en dicho vínculo de maltrato.

Me parece importante poder transmitir a partir de frases de las mismas protagonistas esas múltiples causas, creo que puede ayudar a generar esa empatia necesaria para entender a las mujeres:

  “Si yo no lo ayudo a que deje sus adicciones, si no lo cuido, quien lo hará, me da mucha pena verlo así”.

“El una vez me dijo que su padre le pegó de pequeño…me da pena por el niño que fue, aunque ahora no entiendo que él haga lo mismo conmigo y sus hijos”.

“Me case pensando que iba a ser para toda la vida, separarme era pensado como un fracaso para mi”

“Mi madre me dijo una vez: debes servir a tu marido, aguanta hija que esto ya pasará”

“cuando me di cuenta que lo que estaba viviendo era la reproducción de lo que había vivido en mi familia me hizo sentir muy triste, la violencia siempre ha estado en mi vida”.

“Y si puede que me haya casado con él a los 17 años, aun habiéndome golpeado una vez, para huir de mi casa”

 “En un momento deje de luchar, solo esperaba que se tranquilice, que deje de chillarme, aprendí a callarme”

 “estaba tan hecha polvo que cuando era amable conmigo me sentía muy agradecida, parecía que todo el daño que me había hecho se había borrado”.

“yo solo quería olvidar lo que había pasado; así empecé a olvidarme lo que había que hacer, estaba como bloqueada”

 “Una vez me confesé y le conté al cura de mi parroquia lo que había sucedido con mi marido: me dijo hija, se paciente, que Dios te recompensara, no le provoques”.

“El abogado me ha dicho porque no me reconcilio, que el quiere estar con sus hijos, que parece buen padre”.

“No me he sentido creída cuando he contado lo sucedido. El encima me ha denunciado porque lo rasguñe al intentar defenderme. ¿Quien me va a creer?”

 “sin trabajo, sin estudio, y sin dinero,¿a donde iba a ir?”

“Me he quedado sola, no conozco a nadie aquí, necesito de él para criar a mis hijos”.

violencia pareja internet 24 Nov 2014

BY: admin

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La violencia en la pareja en tiempos de internet…

En tiempo de internet y redes sociales lo que se ha modificado son  las formas, no las antiguas creencias y mitos  sobre el amor romántico. La violencia en la pareja en tiempos de internet se expresa pidiendo una «prueba de amor» como confiarle la clave y contraseña de facebook, o que contestes inmediatamente el wasap, o que permitas que te geolocalice por su móvil si sales, para ver que no le estas mintiendo en  nombre del amor.

Antiguas violencias con nuevos ropajes

La violencia de pareja  en los tiempos de nuevas tecnologías se ha reciclado para estar a la moda. En otros post, hemos hablado de las señales de alarma a las que estar atentas para saber si estamos inmersas en una situación de violencia de pareja. Los mismos tienen que ver con las diferentes formas de maltrato hacia la mujer: la violencia física, psicológica o emocional, el control social que lleva a la mujer al aislamiento, el abuso sexual.

En otra entrada reflexionamos sobre las trampas del amor romántico que se dan en el noviazgo que nos hace quedar atrapadas en conductas de violencia  de género naturalizadas y justificadas socialmente (la que hace que por ejemplo, tu compañera de trabajo te señale cuanto te quiere tu novio porque te lleva y busca a la salida del trabajo o la facultad «llueve o truene de manera incondicional»…)

El control en nombre del amor

Mensajes  como «el amor no tiene secretos, por eso tenemos que compartir todo, incluso saber lo que piensas, sientes y haces a cada momento» (como si esto fuese posible!); «si quiere saber que hago y quiere estar todo el tiempo conmigo es porque esta colado por mi»; la necesidad de mostrarnos  en las redes sociales, de mostrar nuestro estado, de tener un hombre al lado como logro a publicar en tu perfil…

En fin, más de lo mismo pero ahora utilizado en las redes sociales, para aislar, controlar, muchas veces acosar y seguir infringiendo maltrato psicológico.

Quería compartir con vosotr@s este listado que hemos ido construyendo de indicadores de formas nuevas de control por medio del uso de las nuevas tecnologías. Si te suena algo de esto porque lo estés viviendo con tu pareja o si eres chico y te sientes identificado en alguna de estas acciones, lo de siempre: no dudes en consultar a un profesional de la psicología.

Conductas en el noviazgo que tendrían que ser una alarma para tí:

  • si se mete en tu correo electrónico, cuenta de facebook, twitter y demás redes sociales para controlar con quien te comunicas, lo que haces.
  • si controla el registro de actividad o los perfiles que visitas en facebook, igual que el historial de mensajes o paginas web a las que accedes.
  • si te registra el móvil para ver quien te envía mensajes o wasap, ya sea que te pide que se lo muestres o lo pillas mirándolo a escondidas…
  • si te pide como prueba de amor tus claves de facebook, o demás redes, correo electrónico…
  • si te las usurpa, entrando a tu perfil cuando quiera.
  • si escribe mensajes a tus contactos como si fueras tu o si te obliga a escribirlo para que te enemistes con alguien porque si no te monta un pollo…

Es acoso, control,  no es amor…

  • si escribe a tus contactos desde él sin que tú lo hallas autorizado, para obtener información de ti o hablarles mal de ti.
  • si te graba cuando tú no lo has autorizado.
  • si luego te amenaza con subir contenidos a las red, te chantajea con publicarlo.
  • si publica fotos y vídeos que dañan tu integridad, porque te hieren o no te gustan, porque forman parte de tu intimidad.
  • si publica anuncios como si fueras tú, de contenido sexual, u otros que dañen tu intimidad.
  • si te controla mediante localizadores GPS, o con otras aplicaciones graba conversaciones o mira tus mensajes.
  • si te pide porque no te cree lo que le dices que le envíes una foto de con quien o donde estas.
  • si suplanta tu identidad, es decir abre perfiles como si fuesen tuyos.
  • si se hace pasar por otra persona comunicándose contigo en el chat.
  • si crea falsas conversaciones de wasap donde tú supuestamente le amenazas, para usarlo en tu contra.
  • si utiliza las redes para amenazarte o hacerte llegar mensajes indirectos de arrepentimiento cuando tu has cortado la comunicación o tiene prohibido hacerlo.

¿Cómo se sienten las chicas que son acosadas por la red por sus ex parejas o parejas?

violencia pareja internet

Si el mismo se da de manera sistemática puede minar tu autoestima y generar desconfianza en los otros. Si alguien que supuestamente te quiere, te hace daño genera una sensación de “ya no puedo confiar en nadie”.
Las víctimas muchas veces se sienten incomprendidas y juzgadas. La gente al enterarse les dice “¿y como no te diste cuenta?”, generando sentimientos de vergüenza y culpa.

Hay rumia mental, darle vueltas si lo podría haber evitado, termina pensando: “ yo lo he provocado, porque no lo vi venir a tiempo, los otros me lo decían, soy una tonta”; “mira en lo que he metido a mi familia y mis amigas”.
La víctima siente que no controla lo que sucede: se siente observada, vigilada. Es una sensación de “sin salida”, “ esto no va a terminar nunca, siempre se entera de lo que hago”. El aislamiento social es una consecuencia: “si dejo de salir, no podrá seguirme, ni ver las fotos que suben mis amigas”.
Puede llevar a síntomas depresivos, ansiosos y de estrés post traumático. El futuro se vuelve negro y desesperanzador.

Espero que estos post ayude a pensar en nuestras relaciones de pareja,  a tender a que las mismas tiendan a la igualdad, y a reaccionar buscando ayuda y rompiendo el silencio, si sentimos en el cuerpo el malestar que genera la violencia de género.

03 Mar 2014

BY: admin

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¿Estoy con una pareja abusiva?

Las situaciones de abuso en la pareja son relaciones de desigualdad de poder, donde uno impone al otro en base a ideas machistas y estereotipos de género socialmente arraigados de cómo debe ser un hombre y cómo una mujer. Muchas veces estamos atrapadas en vinculos abusivos y nos es muy dificil reconocerlo porque nos duele, tendemos a minimizar lo que sucede, justificar al agresor con «ha tenido un mal día»; «tiene caracter fuerte»; «no ha sido para tanto», » yo lo provoque», sumado a su discurso que nos lo hace creer que asi es, atribuyéndonos la culpa. La verguenza nos hace mantenerlo en secreto y cada vez estamos más aisladas, siendo menos nosotras mismas intentando complacerlo a él (cosa poco posible ya que él tiene un problema). Espero que estas preguntas que te animo a que te las formules internamente te ayuden a reconocer si estas en una relación abusiva y en caso de sospecha y malestar, consultes para no quedar atrapada en ella.

CUESTIONARIO

  1. ¿Tienes miedo de tu pareja?
  2. ¿Sientes con frecuencia que tiene que tener un tacto exquisito para evitar que tu pareja se enfade? ¿Lo justificas frente a los otros diciendo «es que tiene un caracter muy fuerte»?
  3. ¿Alguna vez te ha levantado la mano, o te ha amenazado con hacerlo?
  4. ¿A veces siente que mereces un castigo, porque el te ha dicho que «todo lo haces mal»?
  5. ¿Ha perdido todo el respeto o amor por su pareja?
  6. ¿Su pareja se comporta muy bien con usted la mayor parte del tiempo, a veces maravillosamente, pero de vez en cuando actua con crueldad y desprecio?
  7. ¿Tu pareja te pone en situaciones emocionales límite que te hacen pensar en la locura, o él te ha dicho alguna vez que estas loca?
  8. ¿Alguna vez te ha dicho frases del tipo «sin mi no vales nada» o «si tu te vas yo me mato»?
  9. ¿Has vivido situaciones de violencia en tu familia de origen?
  10. ¿Ha sido forzado por su pareja a hacer alguna cosa que no quería hacer?
  11. ¿Ha perdido casi todos sus amigos desde que está con su pareja?
  12. ¿Te sientes aislada, como si no hubiera ningun sitio a dónde ir para pedir ayuda, ni nadie que le pudiera creer?
  13. ¿Has dejado de hacer cosas que te gustan o se las has ocultado porque él podía enfadarse contigo o la iba «a montar»?
  14. ¿Se siente como si de cara a los otros tuviera que fingir que todo va bien, aunque realmente no sea así?
  15. ¿Tiene miedo de contarle a la gente lo que está ocurriendo en su vida, porque no quiere crearle problemas a su pareja o por sus hijos?
  16. ¿ te sientes controlada, o agobiada porque te lleva, trae o aparece en los sitios donde estás de improviso?
  17. ¿alguna vez te ha controlado en la forma de vestir, maquillarte, etc?
  18. ¿alguna vez te ha insultado, o se ha metido con tus capacidades, tu forma de ser, tu físico, desvalorizándote?
  19. ¿Te ha comparado con otras mujeres negativamente?
  20. ¿Alguna vez ha estado en alguna relación en la que podía haber contestado sí a estas preguntas?