ansiedad, emociones, psicologo madrid, coronavirus 18 Abr 2020

BY: Marcela Lockett

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Surfear en un mar de emociones que nos produce la crisis del coronavirus, en el estado de confinamiento pone a prueba nuestros recursos de afrontamiento.

EN UN INICIO LA CRISIS DEL CORONAVIRUS NOS DEJA PERPLEJOS.

Escribir sobre la crisis del coronavirus, y las emociones que nos produce el confinamiento no ha sido fácil para mi, ha tenido que pasar un mes de esta situación para ponerme a ello.

Creo que es la primera vez que como terapeuta, no es sólo la empatía y sintonía la que me hace entender lo que viven las personas con las que trabajo. Esta vez soy también afectada, al estar viviendo y sintiendo la misma situación de crisis que todos y todas.

Entiendo que mi cerebro, vivió un primer momento en estado de shock, ante la rapidez en que se acontecieron los hechos. Un día estaba en el despacho trabajando con vosotros y al día siguiente, en casa confinada, viendo las noticias, alarmada por televisión. Lo que sentía era un estado de confusión, de no entender lo que acontecía, de irrealidad “no esta pasando”. Esto es propio de las situaciones que son traumáticas, en la medida que vienen a generar un corte en nuestra vida cotidiana y nos dejan perplejos, sintiéndonos abrumados y con la sensación de miedo y peligro.

UN MES DE CONFINAMIENTO: recursos de afrontamiento y posibilidades de integración de lo traumático.

Nos acompaña la incertidumbre de cuanto dura este período y como será nuestra vida tras el confinamiento. Más allá de ello, con el paso de las semanas, hemos creado una nueva rutina dentro de casa, que se ha ido estableciendo. Si contamos con recursos personales de afrontamiento, seguramente estaremos sosteniéndonos emocionalmente y apoyándonos en nuestros vínculos con los que convivimos o con los que mantenemos el contacto . Si los recursos internos de los que disponemos son ricos y variados podremos estar aprendiendo algo de nosotros mismos, a estar solos, a tolerar la incertidumbre. ¿Hace cuanto tiempo que no te aburrías?; puede que ahora, por estas circunstancias estemos menos tiempo sobrestimulados.

Cuando esto halla finalizado, es posible que cuando miremos hacia atrás, nos demos cuenta de lo que hemos aprendido de esta experiencia vital, y saquemos la conclusión que hemos salido fortalecidos. Esto hablará del trabajo de “integración” que ha podido realizar nuestro cerebro. Implica como he hablado en otros post, que le hemos podido cambiar el significado a lo vivido. Un ejemplo sería, ya no lamentarnos por lo que dejamos de ser, sino valorar la riqueza que como persona (y espero como sociedad) nos ha producido esta experiencia vital dolorosa.

SURFEANDO EN EL DÍA A DÍA DE NUESTRAS EMOCIONES.

Pero esto no quita, que en el día a día estemos surfeando en un mar de emociones distintas y hasta contradictorias. A veces tristeza, angustia, agobio, irritabilidad, miedo, desconexión En otros momentos sintamos alegría, celebremos la vida por estar sanos, valoremos lo pequeño y grande que tenemos en lo cotidiano. Podemos llegar a sentir sentimientos de aceptación, comprensión, empatía, hasta plenitud.

Las emociones son el termómetro de como esta nuestro mundo interior, se expresan a través de nuestras sensaciones corporales y como siempre podemos escucharlas o negarlas. Ana Gómez, una experta en Trauma y EMDR  decía que “la sanación tiene que ver con tolerar lo que sentimos”. Esto implica permitirnos visitar esa emoción que esta presente, sentirla, sin negarla. Luego es necesario regularla, utilizando ejercicios para tomar plena conciencia, y calmarlas a través de nuestra respiración, de imágenes de serenidad, por ejemplo.

Esto implica mantenernos dentro de la “ventana de tolerancia” concepto de Daniel Siegel que he compartido con muchos de ustedes en la terapia. Podemos salirnos en estos días de ella, de esa sensación de calma, conexión y seguridad, podemos sentir esos estados pero tenemos que poder autorregularnos para que no nos inunden.

PAUTAS PARA VIVIR ESTOS DÍAS DE CONFINAMIENTO:

Mucho ya se ha escrito en relación a cómo vivir estos días de confinamiento, yo destacaría:

-la necesidad de rutinas diarias que nos motiven, y nos hagan ejercitar nuestro cuerpo y cerebro.

-las estrategias de autocuidado: en las que pondría la expresión de nuestras emociones y necesidades.

-sentir la conexión social, sentirnos sentidos por los otros y hacerles sentir lo mismo: “estoy contigo, aquí estoy”.

-buscar ayuda profesional en caso de sentir que nos estamos desrregulando y empezamos a sentir las consecuencias del stress.

“La esencia del trauma no son solo los eventos, sino la soledad que sentimos frente a ellos”. No te quedes solo, busca apoyo social y ayuda profesional si lo necesitas. Ahora nos hemos adaptado como profesionales a estos tiempos, así que te espero a través de las sesiones online.