25 Abr 2014

BY: admin

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Trabajando en sesión con una chica jovencita aparecían como “verdaderas” estas afirmaciones de un cuestionario que debía completar:

-“si he encontrado al chico de mi vida, no me importa esforzarme más para que las cosas vayan bien, a veces es necesario sacrificarse”.

-“El amor lo puede todo”. Aclaraba: “me refiero a que si hay amor las relaciones se arreglan y no hay más problemas”.

-“Cuando estoy sola me siento en peligro, y me pregunto ¿quién me va a defender y cuidar?”

Charlando sobre ello, ella  hablaba de “cierta peligrosidad en la calle, y la necesidad de una figura masculina, si es macarra mejor, que te proteja, eso me da seguridad nadie se va a meter conmigo…”

“No nos sentimos alguien completas, si ellos no están”. “Si no me cuida mucho y lo dejo lo mas probable es que no aguante sola un mes; ¿para que lo voy a dejar si me va a pasar esto?”; “una chica sola mucho tiempo es media rarita”.

-“Si yo no le ayudo a que deje de descontrolarse, si no lo cuido, quien lo hará, me da mucha pena verlo así…por mi tal vez cambia”.

Me explicaba que “no van a sentar cabeza si no hay una mujer que no le haga de norte…

Cuando intentamos con hechos concretos llenar de contenido la palabra “Querer”, ella decía que le demostraba su cariño: estando ahí siempre que él estaba mal, compartiendo todo, contándole todo…Me dice que estaba confundida, que  no sabía si era un fallo de su parte “el salir con mis amigos, si el quería estar conmigo… ahí empezaba a pensar que tal vez estaba con otro”.  “El me dice que  los hombres por la noche solo van a eso y que me exponía a ellos”; “hablar tanto con la gente para él no es normal, me dice que me corte un poco”.

En relación a la manera que ella cree que  le expresa él el “Querer”  me dice: “me da cariño a veces, hacerme reír. Me dejaba muchas veces sola cuando salía, él no estaba para mi” (doble moral según ser hombre o mujer: si eres hombre eres un machote si aprovechas todas las oportunidades, si eres mujer es que “ te vas con cualquiera”).

“El me demostraba que me quería porque quiera niños y casa, todo de cuento y a mi me hace ilusión”; “cuando metía la pata me hacia regalos para disculparse”.

Con otra chica joven me comentaba algo similar en relación a los celos y el control:   “yo al principio deje de salir porque solo quería estar con él, era yo la que me aislaba de la gente; luego quise salir y se ve que pensó que era así la cosa, se acostumbro a ello lo veía normal y después no le gusto…”

En relación a la noche y sus peligros trae otro diferente “esta lleno de chicas fáciles que solo quieren acostarse con los novios”; los justificaba a los chicos (ante mi pregunta de si ellos era pasivos) “ellos quieren ligar nomás es verdad, pero es el hombre el que propone y la mujer es la que dispone”.

Todas estas afirmaciones parten de mitos sobre el amor, que siguen muy vigentes tanto en hombres como en mujeres, incluso en las más jóvenes porque socialmente se siguen imponiendo en forma de mensajes y conductas naturalizadas. Es hora de comenzar a cuestionarlas…

Resumiendo los mensajes:

-El amor desde lo femenino se expresa por medio del sacrificio, la entrega y cuidado al otro, muchas veces desde un rol maternal, es decir, como si nuestra pareja fuese nuestro hijo. Cuanto más nos sacrificamos y nos olvidamos de nuestros deseos, motivaciones y proyectos personales en post del otro, más parece que le demostramos amor. A esto se suma una ilusión de “salvación” del otro, “lo hará por mí” encubriendo que cada uno es un sujeto único e individual y responsable de sus propias decisiones.

Con el amor solo basta, se le da una visión omnipotente, se lo idealiza. Se quita la posibilidad de conflicto intrínseca a todas las relaciones humanas. Se lo ve desde una postura estática y no como un proceso donde se pasan diferentes momentos, donde cada miembro de la pareja va creciendo y donde se van viviendo diferentes etapas del ciclo vital, en las que puede haber mayor cercanía o distanciamiento. Esa negación no permite la posibilidad de resolución de los conflictos, ni se los espera. Se confunde muchas veces la primera etapa de enamoramiento con el amor como sentimiento.

Esta palabra, a mi modo de ver es vacía sino la llenamos de formas de expresión en actos y hechos concretos, de cuidado del otro y de uno mismo dentro del vínculo.

La mujer sigue siendo alguien frágil, a ser protegido. Si está sola esta incompleta, o porque no le queda otra. (¿te suena el mito de la media naranja o media medalla?). Yo me quedo con el dicho “sola que mal acompañada” más que el “mejor malo conocido que bueno por conocer”…aunque sola se esta muy a gustito….

Esto es un problema para mucha gente que no sabe estar sola. Ahí viene el tema de la dependencia y la incapacidad de estar solo, por cuestiones de déficit en los vínculos de apego y una eterna búsqueda de alguien que nos proteja, cuide, cuando ello faltó en otra época.

Aquí la cosa se complica más para algunas personas…tendremos que revisar eso en nuestra historia, sobretodo si aquellos que nos acompañan en la actualidad nos hacen daño.

La lectura del control, los celos desde el “cuanto te quiere”, el amor es fusión, se diluye el espacio personal, o nuestros deseos y motivaciones individuales quedan aplastados.

-El pack Casamiento-hijo-casa propia, o “se casaron y comieron perdices” sigue vigente y como no con tanta peliculita  de sábado a la tarde…

Me quedo con el deseo de  Simone de Beauvoir, y espero poder seguir trabajando conjuntamente con muchos hombres y mujeres que se animen a cuestionar lo que nos imponen y nos encorseta ….

“El día que sea posible que la mujer ame, no con su debilidad sino con su fuerza, no para escapar de si misma sino para encontrarse, no para rebajarse sino para reafirmarse; aquel día el amor llegara a ser para ella, como para el hombre, una fuente de vida y no un peligro mortal”.