10 Ene 2016

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¿Cómo puedo saber si estoy sufriendo anorexia nerviosa?

Este post tiene por objetivo que al leerlo y si te sientes identificada  en varios aspectos consultes a un profesional psicoterapeuta, para que ayude a valorar si realmente puedes estar sufriendo tu o alguien cercano un trastorno de alimentación. Que se cumplan algunos de estas características no significa que sufras el problema por eso consulta a un psicólogo, antes de quedarte con la preocupación.

-siempre existe la decisión de comenzar a hacer una dieta o cuidarse en las comidas para perder peso porque es algo que a la persona le preocupa: engordar. Sucede que a pesar de  haber perdido kilos, la sostiene indefinidamente en el tiempo, no descansa de ella en ningún evento o situación.

-cuando le llaman la atención por haber perdido peso, lo niega, hasta se enfada, pudiendo comenzar a utilizar ropas más anchas o superpuestas para ocultarlo.

-cuando el problema ya esta instalado se dan los tres NO: NO COMER -NO REGLA (el cuerpo comienza a ahorrar energía desapareciendo en este caso la menstruación)- NO ESTOY ENFERMA.

 – la forma de comer cambia: trocea la comida, los esparce en el plato, come muy lentamente. Toma agua en exceso o deja de tomarla; toma muchas bebidas bajas en calorías. No tolera situaciones espontáneas donde este en juego la comida. Refiere que prefiere comer sola.

-tendencia a esconderse, al aislamiento social (a medida que aumentan las conductas alimentarias de no ingesta o purgativas para esconderse de las mismas se evita  el contacto social, salidas y espacios compartidos donde puedan quedar expuestas). Comienza a evitar participar en los espacios familiares de comida.

-de manera exagerada comentan lo gorda que está, reflejo del odio a su cuerpo. Presta demasiada atención a avisos por ejemplo de adelgazamiento. Se fija sistemáticamente en la delgadez de actrices y modelos a las cuales quiere imitar. Chequea su cuerpo, sobretodo después de haber comido, buscando en determinadas partes fragmentadas, donde esta la gordura acumulada.

 -cuando se hace dieta se piensa más en comida, se puede hasta soñar con la comida. Si se mantiene a lo largo del tiempo la obsesión por la comida se vuelve mayor. Surgen signos de depresión, sentimientos de soledad y baja autoestima.

 -puede dedicar varias horas en que se va a poner de ropa. A veces se ve tan mal que decide no salir y quedarse en casa. Puede enmascarar su cuerpo con ropa excesivamente ancha.

 -se pesa varias veces al día, realiza ejercicio excesivo, especialmente tras haber ingerido comida.

 -posee un exceso de actividades, teniendo “la agenda llena” , incrementa actividades extraescolares.

-hay dificultades para dormir.

 -rituales obsesivos con la comida y de información sobre la misma: se hace experta en comida sana, en contar calorías. Puede haberlos con la limpieza.

 -se oculta, tira la comida, la guarda en lugares no propios como armarios de la habitación.

 – si logra adelgazar puede ser cubierta desde ese ideal de belleza, de admiración y halagos desde sus propios pares reforzando el objetivo que se proponen.

-estar atravesando la adolescencia es un factor de vulnerabilidad ya que la imagen corporal está podo definida y pueden ser más influenciables a los mensajes sociales que le llegan. Comentarios “sobre los guapas que son las modelos” comienzan un proceso de comparación, influyendo negativamente en su autovaloración.

-los cambios que se dan en la pubertad pueden ser asumidos de manera dificultosa; puede producirse un distanciamiento de los adultos, por ejemplo el padre, sin entenderse porque. Puede aparecer el rechazo a crecer. También puede ser una forma de esconder esos cambios cuando por ejemplo en las mujeres se leen como peligrosos ante adultos que no respetan los límites y se generan situaciones de abuso por parte de los mismos.

 –personalidades rígidas, perfeccionistas, exigentes consigo mismas: ser correcta, obediente, con rendimiento en los estudios altos.

 -de niñas han asumido cuestiones de los adultos teniendo la sensación de no haber podido ser niñas: “niñas responsables”. A veces  se les dice “no te ha faltado nada de niña” pero no se  tiene esa percepción, hay algo interior que hace sentir que la infancia no ha sido plena, pero no esta permitido expresarlo. Esto hace sentir a las personas equivocadas o problemáticas por sentirlo de ese modo.

– a veces hay familias donde la apariencia frente a los otros es un valor, y realizan comentarios negativos  sobre “los defectos” corporales de las personas. El tema de la posibilidad de engordar se ve con temor dentro de sus miembros. En la pubertad este temor aumenta ante los cambios físicos que se dan en esta etapa.

 -comentarios de personas importantes como ser entrenadores, en situaciones donde el deporte tiene la necesidad del control del peso, y la tendencia a la delgadez para triunfar, o en exhibiciones artísticas.

 -situaciones de stress suelen influir en el inicio de un trastorno: desde un cambio de instituto, el sentirse vulnerable frente a un examen. Situaciones traumáticas como el haber vivido situaciones de abuso lleva a la purga que puede desembocar en un trastorno.

 -hay familias donde la expresión de las emociones no esta permitida, sobretodo las negativas. Las personas con anorexia cumplen ese mandato familiar. Han comprendido que para que se les quiera deben actuar como se les pide aunque esto implique anular o fingir las emociones.

 -miedo al rechazo de los otros (aumenta el aislamiento social). Tendencia a agradar a los otros aunque no opine lo mismo, por ejemplo.

 –Hay  una voz interior que constantemente esta criticando, y señalando lo que hace mal, “te vas a poner así de gorda”, machacándole, comiéndose la autoestima.

-A nivel físico la extrema delgadez y la malnutrición llevará a una seria de sintomatología que si se hace crónica puede poner en riesgo de vida al sujeto. Se produce: disminución de la frecuencia cardiaca, de la temperatura corporal, y del funcionamiento cerebral. Todo esto supone una adaptación del cuerpo a condiciones adversas que lo deja en una posición de vulnerabilidad y fragilidad.

Los signos más visibles suelen ser, por mencionar algunos: dificultades en la concentración, inestabilidad emocional, cambios en el razonamiento lógico; frecuentes mareos y desmayos; debilidad muscular con calambres, temblores; bajadas en la concentración del potasio (lleva a despertarse con el cuerpo hinchado); frialdad en las extremidades, acompañado de coloración violacia; estreñimiento e hinchazón del vientre; predisposición a fracturas, anemia, falta de regla (amenorrea), piel seca, cabello ralo o quebradizo entre otras alteraciones dermatológicas. Erosión de piezas dentales ante los vómitos autoprovocados. La lista de las consecuencias es larga y grave la sintomatología.

 

17 Ene 2015

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Las habilidades sociales, herramientas para lograr una vida mas plena

Ayer comenzamos con el grupo de mujeres a trabajar las habilidades sociales. Tras escuchar la canción de Bebe: “Ella”, intentamos leer entre líneas que habilidades sociales son necesarias para dar el paso, y en este caso salir de una situación de violencia o maltrato. Las mismas podemos utilizarlas para cualquier situación en las que nos sentimos atrapados o bloqueados…

Ella se ha  cansado de tirar la toalla,  se va quitando poco a poco telarañas 

no ha dormido esta noche pero no esta cansada, no mira ningún espejo pero se siente toda guapa.

Hoy ella se ha puesto color en las pestañas, hoy le gusta su sonrisa, no se siente una extraña

hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada, hoy es una mujer que se da cuenta de su alma
Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti que nadie puede hacerte daño,
hoy vas a comprender  
que el miedo se puede romper con un solo portazo.
Hoy vas a hacer reír  porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…
hoy vas a conseguir 
reirte hasta de ti y ver que lo has logrado que…
Hoy nació la mujer perfecta que esperaban,  
ha roto sin pudores las reglas marcadas….”

Podríamos pensar como lluvia de ideas, lo que la letra expresa entrelíneas:

 –la posibilidad de aprender de lo malo, del pasado: Muchas veces a partir de una situación conflictiva o que nos genera malestar, si la utilizamos a nuestro favor, tal vez sea la primera vez que tengamos una oportunidad para pensar sobre ello, por ejemplo: ¿qué queremos de una relación de pareja?, ¿qué cosas voy a permitir?, ¿qué cosas me gustan, que cosas no quiero, a que cosas voy a decir que no?, ¿cuáles puedo llegar a negociar con el otro?. A veces no hemos reflexionado, hemos solamente actuado, o hemos seguido los mandatos que nos han marcado socialmente, lo que se esperaba de nosotras y no nos hemos puesto a pensar y sentir cual es nuestro deseo.

 –necesidad del autoconocimiento: va de la mano de lo anterior, de la necesidad de conocernos, de conocer nuestra historia y como nos hemos ido construyendo como sujetos, para saber como muchas veces actuamos repitiendo esquemas de relación del pasado en función de nuestros primeros vínculos. Si no hacemos conciente esto, sólo nos quedara la repetición.

 –valorarnos y aceptarnos como somos, y tener en cuenta aquello que queremos cambiar: aumentar nuestra autoestima. Muchas veces estamos muy condicionadas por lo que los demás piensan de nosotras, que imagen damos, nuestra autoestima sube o baja en función de ese reconocimiento, mostrando la falta de seguridad que tenemos en nosotras mismas.

 –poder poner límites y decir que no: si estamos condicionadas por el miedo esto es imposible, porque actuamos en función de los deseos de los otros. El poder poner límites es un aprendizaje que necesita práctica. Por un lado reconocer nuestras necesidades y derechos, sentir que tenemos derecho a pedir por ellos  y aprender a negociar. Todo esto tiene que ver con la comunicación asertiva (que ya trabajare en otro post). Muchas mujeres sienten que las necesidades de los otros están por encima de las propias, actúan desde el rol maternal generalizándolo en todas las relaciones incluso las de pareja, según los mandatos de género de ser cuidadoras que nos han impuesto. Desde esa base es muy difícil la negociación, sólo queda la postergación. Muchas mujeres se sienten “egoístas” si piensan primero en sus necesidades y deseos. Si a esto le sumamos los chantajes emocionales como forma de coacción, estamos perdidas…

 –romper con las reglas marcadas también implica la toma de conciencia y en este caso hago hincapié en los mandatos de género sobre como debe ser una mujer, los mitos del amor romántico, el rol de cuidadora y postergarnos en función  de los otros para cumplir con ese ideal. A estos mandatos antiguos sumamos los nuevos, ser “super mujeres que pueden con todo”, que deben cumplir un nivel de exigencia ahora en el trabajo, como profesionales, con un ideal de belleza y a las vez no descuidar los espacios privados.

 -para poder “romper de un solo portazo” tenemos que escoger, tomar decisiones, asumir los costes de nuestra decisiones. Esto puede ser un trabajo arduo en una terapia. A veces los procesos de “cortar la soga” en vínculos que nos hacen daño, requieren mucho trabajo, y hacerlo de a dos, en un vinculo de seguridad es lo conveniente.

 -Para poder lograr cambios, tenemos que poder proyectar, poner metas a corto y largo plazo, ir subiendo paso a paso los peldaños de la escalera. Para esto es necesario todo lo anterior, saber que quiero, saber que puedo hacerlo, tener la capacidad de planificación, la motivación para el cambio. Yo siempre digo que si hemos estado condicionadas por los otros, o por ejemplo, porque no nos han reconocido en nuestros logros, o nos han desvalorizado, el único camino para sentirnos potentes es hacer y corroborar en los hechos que podemos experimentando nuestras capacidades y sintiéndonos orgullosas “de que lo hemos logrado”.

Podríamos resumir como principales habilidades implicadas en el cambio:

Habilidades asertivas:

Negociar

Saber decir no

Saber pedir lo que quiero y necesito

Defender los derechos

Defender un punto de vista

Formular y responder a una queja

Expresar nuestras emociones

 Habilidades que favorecen el desarrollo personal:

Autoconocimiento: valorarme pero también reconocer lo que quiero cambiar y poner medios para lograrlo.

Disfrute de uno mismo (versus la dependencia en los vínculos)

Tomar decisiones.

Tomar iniciativas

Planificar

Superar la sensación de fracaso, superando el pasado.

Evitar conflictos resolver el miedo.

Evaluar las propias habilidades.

Ayudar bajo un criterio de solidaridad (no de autosacrifico)

Resolver la vergüenza

 Si contamos con habilidades sociales podremos:

 -Vencer la ansiedad que nos producen las situaciones difíciles o nuevas, que en algunas circunstancias puede llevar a  evitarlas.

 -sentirnos seguros y seguras de nosotras mismas, no pendientes en exceso de la valoración de los otros.

 -aceptar nuestras limitaciones y pedir ayuda en caso de sentirnos estancados en el pasado.

 -establecer vínculos gratificantes, de cuidado recíprocos

 -poder comunicar lo que sentimos, pensamos y queremos, defendiendo nuestros derechos.

 -resolver situaciones problemáticas en vez de evitarlas o adoptar una aptitud de sumisión, o autoritaria.

 Si te vez atascada o atascado en alguna de estas áreas te invito a que consultes a un profesional de la psicología que pueda ayudarte.

 

 

 

 

25 Abr 2014

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Del amor y otros demonios que andan rondando…

Trabajando en sesión con una chica jovencita aparecían como “verdaderas” estas afirmaciones de un cuestionario que debía completar:

-“si he encontrado al chico de mi vida, no me importa esforzarme más para que las cosas vayan bien, a veces es necesario sacrificarse”.

-“El amor lo puede todo”. Aclaraba: “me refiero a que si hay amor las relaciones se arreglan y no hay más problemas”.

-“Cuando estoy sola me siento en peligro, y me pregunto ¿quién me va a defender y cuidar?”

Charlando sobre ello, ella  hablaba de “cierta peligrosidad en la calle, y la necesidad de una figura masculina, si es macarra mejor, que te proteja, eso me da seguridad nadie se va a meter conmigo…”

“No nos sentimos alguien completas, si ellos no están”. “Si no me cuida mucho y lo dejo lo mas probable es que no aguante sola un mes; ¿para que lo voy a dejar si me va a pasar esto?”; “una chica sola mucho tiempo es media rarita”.

-“Si yo no le ayudo a que deje de descontrolarse, si no lo cuido, quien lo hará, me da mucha pena verlo así…por mi tal vez cambia”.

Me explicaba que “no van a sentar cabeza si no hay una mujer que no le haga de norte…

Cuando intentamos con hechos concretos llenar de contenido la palabra “Querer”, ella decía que le demostraba su cariño: estando ahí siempre que él estaba mal, compartiendo todo, contándole todo…Me dice que estaba confundida, que  no sabía si era un fallo de su parte “el salir con mis amigos, si el quería estar conmigo… ahí empezaba a pensar que tal vez estaba con otro”.  “El me dice que  los hombres por la noche solo van a eso y que me exponía a ellos”; “hablar tanto con la gente para él no es normal, me dice que me corte un poco”.

En relación a la manera que ella cree que  le expresa él el “Querer”  me dice: “me da cariño a veces, hacerme reír. Me dejaba muchas veces sola cuando salía, él no estaba para mi” (doble moral según ser hombre o mujer: si eres hombre eres un machote si aprovechas todas las oportunidades, si eres mujer es que “ te vas con cualquiera”).

“El me demostraba que me quería porque quiera niños y casa, todo de cuento y a mi me hace ilusión”; “cuando metía la pata me hacia regalos para disculparse”.

Con otra chica joven me comentaba algo similar en relación a los celos y el control:   “yo al principio deje de salir porque solo quería estar con él, era yo la que me aislaba de la gente; luego quise salir y se ve que pensó que era así la cosa, se acostumbro a ello lo veía normal y después no le gusto…”

En relación a la noche y sus peligros trae otro diferente “esta lleno de chicas fáciles que solo quieren acostarse con los novios”; los justificaba a los chicos (ante mi pregunta de si ellos era pasivos) “ellos quieren ligar nomás es verdad, pero es el hombre el que propone y la mujer es la que dispone”.

Todas estas afirmaciones parten de mitos sobre el amor, que siguen muy vigentes tanto en hombres como en mujeres, incluso en las más jóvenes porque socialmente se siguen imponiendo en forma de mensajes y conductas naturalizadas. Es hora de comenzar a cuestionarlas…

Resumiendo los mensajes:

-El amor desde lo femenino se expresa por medio del sacrificio, la entrega y cuidado al otro, muchas veces desde un rol maternal, es decir, como si nuestra pareja fuese nuestro hijo. Cuanto más nos sacrificamos y nos olvidamos de nuestros deseos, motivaciones y proyectos personales en post del otro, más parece que le demostramos amor. A esto se suma una ilusión de “salvación” del otro, “lo hará por mí” encubriendo que cada uno es un sujeto único e individual y responsable de sus propias decisiones.

Con el amor solo basta, se le da una visión omnipotente, se lo idealiza. Se quita la posibilidad de conflicto intrínseca a todas las relaciones humanas. Se lo ve desde una postura estática y no como un proceso donde se pasan diferentes momentos, donde cada miembro de la pareja va creciendo y donde se van viviendo diferentes etapas del ciclo vital, en las que puede haber mayor cercanía o distanciamiento. Esa negación no permite la posibilidad de resolución de los conflictos, ni se los espera. Se confunde muchas veces la primera etapa de enamoramiento con el amor como sentimiento.

Esta palabra, a mi modo de ver es vacía sino la llenamos de formas de expresión en actos y hechos concretos, de cuidado del otro y de uno mismo dentro del vínculo.

La mujer sigue siendo alguien frágil, a ser protegido. Si está sola esta incompleta, o porque no le queda otra. (¿te suena el mito de la media naranja o media medalla?). Yo me quedo con el dicho “sola que mal acompañada” más que el “mejor malo conocido que bueno por conocer”…aunque sola se esta muy a gustito….

Esto es un problema para mucha gente que no sabe estar sola. Ahí viene el tema de la dependencia y la incapacidad de estar solo, por cuestiones de déficit en los vínculos de apego y una eterna búsqueda de alguien que nos proteja, cuide, cuando ello faltó en otra época.

Aquí la cosa se complica más para algunas personas…tendremos que revisar eso en nuestra historia, sobretodo si aquellos que nos acompañan en la actualidad nos hacen daño.

La lectura del control, los celos desde el “cuanto te quiere”, el amor es fusión, se diluye el espacio personal, o nuestros deseos y motivaciones individuales quedan aplastados.

-El pack Casamiento-hijo-casa propia, o “se casaron y comieron perdices” sigue vigente y como no con tanta peliculita  de sábado a la tarde…

Me quedo con el deseo de  Simone de Beauvoir, y espero poder seguir trabajando conjuntamente con muchos hombres y mujeres que se animen a cuestionar lo que nos imponen y nos encorseta ….

“El día que sea posible que la mujer ame, no con su debilidad sino con su fuerza, no para escapar de si misma sino para encontrarse, no para rebajarse sino para reafirmarse; aquel día el amor llegara a ser para ella, como para el hombre, una fuente de vida y no un peligro mortal”.