10 Sep 2016

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Reflexionando sobre nuestros vínculos de apego adulto

Retomando el post anterior, voy a mencionar aquellos apegos donde esa sintonía necesaria de la que hablaba, de parte del adulto no se ha dado satisfactoriamente:

 –apego evitativo (o “distante” en el adulto) historias de vínculos donde el adulto no ha estado disponible y no ha respondido de manera cariñosa. Para poder sobrevivir a ello, estos niños ya de adultos, minimizan la importancia de las relaciones interpersonales y la comunicación de emociones. Esta actitud minimizante puede haber sido muy adaptativa para niños/as criados en un desierto emocional. Suelen ser personas que narran “he sido muy independiente de muy pequeño”, por ejemplo.

 –apego ambivalente (o “preocupado” en el adulto)  un tipo diferente de adaptación ocurre en respuesta a una vida familiar con padres inconsistentemente disponibles, lo que puede producir una sensación de ansiedad acerca de si se puede o no depender de otros. Estos niños han sentido un sentimiento de incertidumbre, por eso de adultos se encuentran preocupados por los vínculos que establecen.

Puede ser experimentado como una desesperada necesidad de otros y una simultánea desazón al sentir que las propias necesidades nunca serán satisfechas. Son adultos demasiado preocupados en las relaciones, con temor a ser dejados, muy marcados.

 –apego desorganizado: (o “irresuelto” en el adulto) cuando de niños hemos vivido situaciones donde aquella figura de apego que debía protegernos, era a la vez fuente de terror o miedo, actuando de ambos modos de manera alternativa e impredecible, puede llevarnos de adultos a la sensación de desconexión y desconfianza con los otros y con la propia mente.

Halla cual haya sido nuestra historia infantil, lo importante es el sentido que le damos  a nuestras historias. Si de adultos hemos llegado a comprender nuestra vida, nuestras  experiencias infantiles y su impacto, las emociones de ira, pena, rabia, miedo, el dolor mismo ha quedado en el pasado, podremos criar hijos con apego seguro.

Las relaciones, tanto personales como terapéuticas, parecen ser capaces de

ayudar a los individuos a desarrollarse desde un funcionamiento de la mente incoherente (inseguro) hacia un funcionamiento más coherente (seguro).

 Para saber si estás en ese punto o sería bueno que consultes a un profesional puede ayudarte hacerte estas preguntas:

 ¿Hay situaciones de tu pasado que son particularmente difíciles de pensar por que te angustia o te hace sentir mal?

 ¿Te dices a menudo “no me gusta pensar en mi niñez” o “no recuerdo gran parte de mi infancia” o “creo que ha sido una infancia feliz” pero a la hora de dar ejemplos concretos no se te ocurre ninguno más que por ejemplo el festejo de algún cumpleaños ?.

 ¿Crees que a la hora de relacionarte con tus hijos, esas situaciones que has vivido siendo niño o adolescente, influyen en tu relación con tu hijo/a?

 ¿Tienes la sensación de que hay una cuestión profunda, tal como temor a acercarte a un otro, una sensación de no valía o de ser defectuoso, angustia ante la indefensión de tu hijo/a, temor o preocupación por si el otro estará o te dejará solo, que puede estar afectando la relación con su hijo/a o con otras personas?

 ¿Sientes que hay cuestiones irresueltas de pérdidas o trauma en su vida?

¿Crees que puedan estar influyendo en tu experiencia interna de quien eres y sobre tu manera de vincularte?

 ¿Te encuentras tratando de no comportarte de ciertas maneras a causa de lo que te sucedió cuando niña/o? ¿Hay cosas que te gustaría cambiar pero no puedes hacerlo porque te sale de manera automática? (por ejemplo explotar a la hora de ponerle límites a tus hijos).

 ¿Qué te gustaría cambiar de cómo te ves a ti mismo y de cómo te relacionas con los demás?

 Estas preguntas te ayudarán a decidir si es hora de que pongas manos sobre el asunto y comiencen a trabajarlo, con la ayuda de un vínculo seguro con un psicoterapeuta. No dudes en consultar si es tu caso.

10 Ene 2016

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¿Cómo saber si estoy sufriendo bulimia nerviosa?

Es más difícil apreciar el inicio ya que las situaciones de comida compartida con la familia se dan con normalidad, y desde el aspecto físico el peso puede ser acorde a la edad y contextura debido a la conducta purgativa como forma de regularse ( aunque puede notarse bajadas y subidas de peso importantes).

 -de manera exagerada comentan lo gorda que está, reflejo del odio a su cuerpo. Presta demasiada atención a avisos por ejemplo de adelgazamiento. Se fija sistemáticamente en la delgadez de actrices y modelos a las cuales quiere imitar. Chequea su cuerpo, sobretodo después de haber comido, buscando en determinadas partes fragmentadas, donde esta la gordura acumulada.

 -puede dedicar varias horas en que se va a poner de ropa. A veces se ve tan mal que decide no salir y quedarse en casa. Puede enmascarar su cuerpo con ropa excesivamente ancha.

-Puede observarse que la nevera se vacía, desaparecen paquetes de galletas, cereales, leche. Se comen muchas chucherías, patatas fritas, caramelos. Se levanta por la noche a comer de manera  intempestiva. Se encierra en la habitación por largos periodos de tiempo.

 -En relación a las conductas purgativas se observa que va al baño tras comer; abre innecesariamente grifos, la ducha, tira la cadena constantemente.

 -Uso de laxantes, diuréticos.

 -pueden gastarse el dinero rápidamente.

 -pasa muchas horas en el gimnasio o haciendo actividad física de manera excesiva.

 -suelen ser personas más impulsivas, extrovertidas, ansiosas, demandantes a los otros en los vínculos.

 –hay desregulación emocional: ansiedad, ataques de ira, descontrol en otras áreas (por ejemplo puede haber uso de sustancias para intentar calmarse). La comida es una forma de calmarse, produciéndose los atracones.

 – si siente que esos momentos en los que se come de manera compulsiva, se está como “desconectada”, que no es el mismo, o no recuerda muy bien lo sucedido…

 -hay familias donde la expresión de las emociones no esta permitida, sobretodo las negativas. La niña o la joven que se ve desbordada por las emociones, busca en la comida una forma de derivar el descontrol, desarrollando bulimia.

 -surge el descontrol que lleva a abandonar las responsabilidades; surgen actitudes que la exponen a situaciones riesgosas para si, de no cuidado: sexo sin protección; dependencia a sustancias, alcohol. Cambio de amigos y sociabilidad y salidas excesivas.

 -puede haber otras conductas auto lesivas como ser cortes, quemaduras, golpearse contra la pared.

 –comienza a darse el ciclo atracón-purga- atracón que ocupa una gran parte del tiempo.

 -surgen emociones negativas hacia si misma culpa, odio, tristeza, vacío, aburrimiento En relación a los otros se puede sentir abandonada, o no entendida.(pudiendo ser claramente una percepción real).

 -hay una tendencia a mantener el trastorno oculto por los sentimientos de vergüenza que genera.

 –puede haber una historia traumática infantil en relación a los vínculos con los primeros cuidadores.

 – A nivel físico los signos más visibles suelen ser, por mencionar algunos: dificultades en la concentración, inestabilidad emocional, cambios en el razonamiento lógico; frecuentes mareos y desmayos; debilidad muscular con calambres, temblores; bajadas en la concentración del potasio (lleva a despertarse con el cuerpo hinchado); frialdad en las extremidades, acompañado de coloración violacia; estreñimiento e hinchazón del vientre; predisposición a fracturas, anemia, falta de regla (amenorrea), piel seca, cabello ralo o quebradizo. Presencia de boqueras si los vómitos son frecuentes. Algunas pacientes presentan una coloración anaranjada-amarillenta en las palmas de las manos y alrededor de la boca y el mentón. Hay inflamación de las glándulas salivales en ambos lados de la cara lo que le da un aspecto de luna llena debido a los hábitos purgativos. Se produce erosión del esmalte de las piezas dentales ante los vómitos autoprovocados. La lista de las consecuencias es larga y grave la sintomatología.

10 Ene 2016

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¿Cómo puedo saber si estoy sufriendo anorexia nerviosa?

Este post tiene por objetivo que al leerlo y si te sientes identificada  en varios aspectos consultes a un profesional psicoterapeuta, para que ayude a valorar si realmente puedes estar sufriendo tu o alguien cercano un trastorno de alimentación. Que se cumplan algunos de estas características no significa que sufras el problema por eso consulta a un psicólogo, antes de quedarte con la preocupación.

-siempre existe la decisión de comenzar a hacer una dieta o cuidarse en las comidas para perder peso porque es algo que a la persona le preocupa: engordar. Sucede que a pesar de  haber perdido kilos, la sostiene indefinidamente en el tiempo, no descansa de ella en ningún evento o situación.

-cuando le llaman la atención por haber perdido peso, lo niega, hasta se enfada, pudiendo comenzar a utilizar ropas más anchas o superpuestas para ocultarlo.

-cuando el problema ya esta instalado se dan los tres NO: NO COMER -NO REGLA (el cuerpo comienza a ahorrar energía desapareciendo en este caso la menstruación)- NO ESTOY ENFERMA.

 – la forma de comer cambia: trocea la comida, los esparce en el plato, come muy lentamente. Toma agua en exceso o deja de tomarla; toma muchas bebidas bajas en calorías. No tolera situaciones espontáneas donde este en juego la comida. Refiere que prefiere comer sola.

-tendencia a esconderse, al aislamiento social (a medida que aumentan las conductas alimentarias de no ingesta o purgativas para esconderse de las mismas se evita  el contacto social, salidas y espacios compartidos donde puedan quedar expuestas). Comienza a evitar participar en los espacios familiares de comida.

-de manera exagerada comentan lo gorda que está, reflejo del odio a su cuerpo. Presta demasiada atención a avisos por ejemplo de adelgazamiento. Se fija sistemáticamente en la delgadez de actrices y modelos a las cuales quiere imitar. Chequea su cuerpo, sobretodo después de haber comido, buscando en determinadas partes fragmentadas, donde esta la gordura acumulada.

 -cuando se hace dieta se piensa más en comida, se puede hasta soñar con la comida. Si se mantiene a lo largo del tiempo la obsesión por la comida se vuelve mayor. Surgen signos de depresión, sentimientos de soledad y baja autoestima.

 -puede dedicar varias horas en que se va a poner de ropa. A veces se ve tan mal que decide no salir y quedarse en casa. Puede enmascarar su cuerpo con ropa excesivamente ancha.

 -se pesa varias veces al día, realiza ejercicio excesivo, especialmente tras haber ingerido comida.

 -posee un exceso de actividades, teniendo “la agenda llena” , incrementa actividades extraescolares.

-hay dificultades para dormir.

 -rituales obsesivos con la comida y de información sobre la misma: se hace experta en comida sana, en contar calorías. Puede haberlos con la limpieza.

 -se oculta, tira la comida, la guarda en lugares no propios como armarios de la habitación.

 – si logra adelgazar puede ser cubierta desde ese ideal de belleza, de admiración y halagos desde sus propios pares reforzando el objetivo que se proponen.

-estar atravesando la adolescencia es un factor de vulnerabilidad ya que la imagen corporal está podo definida y pueden ser más influenciables a los mensajes sociales que le llegan. Comentarios “sobre los guapas que son las modelos” comienzan un proceso de comparación, influyendo negativamente en su autovaloración.

-los cambios que se dan en la pubertad pueden ser asumidos de manera dificultosa; puede producirse un distanciamiento de los adultos, por ejemplo el padre, sin entenderse porque. Puede aparecer el rechazo a crecer. También puede ser una forma de esconder esos cambios cuando por ejemplo en las mujeres se leen como peligrosos ante adultos que no respetan los límites y se generan situaciones de abuso por parte de los mismos.

 –personalidades rígidas, perfeccionistas, exigentes consigo mismas: ser correcta, obediente, con rendimiento en los estudios altos.

 -de niñas han asumido cuestiones de los adultos teniendo la sensación de no haber podido ser niñas: “niñas responsables”. A veces  se les dice “no te ha faltado nada de niña” pero no se  tiene esa percepción, hay algo interior que hace sentir que la infancia no ha sido plena, pero no esta permitido expresarlo. Esto hace sentir a las personas equivocadas o problemáticas por sentirlo de ese modo.

– a veces hay familias donde la apariencia frente a los otros es un valor, y realizan comentarios negativos  sobre “los defectos” corporales de las personas. El tema de la posibilidad de engordar se ve con temor dentro de sus miembros. En la pubertad este temor aumenta ante los cambios físicos que se dan en esta etapa.

 -comentarios de personas importantes como ser entrenadores, en situaciones donde el deporte tiene la necesidad del control del peso, y la tendencia a la delgadez para triunfar, o en exhibiciones artísticas.

 -situaciones de stress suelen influir en el inicio de un trastorno: desde un cambio de instituto, el sentirse vulnerable frente a un examen. Situaciones traumáticas como el haber vivido situaciones de abuso lleva a la purga que puede desembocar en un trastorno.

 -hay familias donde la expresión de las emociones no esta permitida, sobretodo las negativas. Las personas con anorexia cumplen ese mandato familiar. Han comprendido que para que se les quiera deben actuar como se les pide aunque esto implique anular o fingir las emociones.

 -miedo al rechazo de los otros (aumenta el aislamiento social). Tendencia a agradar a los otros aunque no opine lo mismo, por ejemplo.

 –Hay  una voz interior que constantemente esta criticando, y señalando lo que hace mal, “te vas a poner así de gorda”, machacándole, comiéndose la autoestima.

-A nivel físico la extrema delgadez y la malnutrición llevará a una seria de sintomatología que si se hace crónica puede poner en riesgo de vida al sujeto. Se produce: disminución de la frecuencia cardiaca, de la temperatura corporal, y del funcionamiento cerebral. Todo esto supone una adaptación del cuerpo a condiciones adversas que lo deja en una posición de vulnerabilidad y fragilidad.

Los signos más visibles suelen ser, por mencionar algunos: dificultades en la concentración, inestabilidad emocional, cambios en el razonamiento lógico; frecuentes mareos y desmayos; debilidad muscular con calambres, temblores; bajadas en la concentración del potasio (lleva a despertarse con el cuerpo hinchado); frialdad en las extremidades, acompañado de coloración violacia; estreñimiento e hinchazón del vientre; predisposición a fracturas, anemia, falta de regla (amenorrea), piel seca, cabello ralo o quebradizo entre otras alteraciones dermatológicas. Erosión de piezas dentales ante los vómitos autoprovocados. La lista de las consecuencias es larga y grave la sintomatología.

 

29 Ago 2015

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Trastornos de alimentación

En este post describiré brevemente los principales trastornos de alimentación y algunas características comunes, para que si te sientes identificada ya sea porque te está pasando, o tienes algún ser querido que le sucede no dudes en consultar a un psicoterapeuta. Los trastornos de alimentación son mucho más profundos que un simple problema con la comida, no debemos restarle importancia. Tienen sus raíces en aspectos psicológicos que deben ser revisados mas allá de los comportamientos alimentarios en si mismos. Las personas que los padecen tienen un gran sufrimiento psíquico pero generalmente intentan ocultarlo generando reacciones de mayor aislamiento social ya sea por los sentimientos de culpa y vergüenza que les produce, el no reconocer que tienen un problema, así como para mantenerlo en secreto y poder continuar con las conductas que hacen que el problema se perpetué en el tiempo. Las consecuencias de los mismos son graves en todos los niveles por lo que es importante detectarlos a tiempo.

La ANOREXIA NERVIOSA  se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerado según talla y edad.

miedo intenso a ganar peso o a engordar incluso estando por debajo del peso normal.

la alteración  de la percepción del peso o de la silueta corporal, exagerando su importancia en la auto-evaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

Ausencia de la regla (amenorrea) en por lo menos tres ciclos menstruales consecutivos.

Existen dos tipos descriptos:

restrictivos durante el episodio de anorexia la persona no recurre regularmente a atracones o a purgas como ser provocarse el vómito, o el uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas.

 purgativo: hay medidas compensatorias para eliminar la comida ingerida. Muchas veces el vómito surge ante la culpa por haber cedido al hambre y “haber comida más de lo programado”. Muchas de las pacientes sufren estreñimiento por lo que se le administra laxantes pero estos también se convierten en adictivos.

La BULIMIA NERVIOSA: presencia recurrente de atracones de comida, “donde se da la ingesta en un periodo determinad, por ejemplo en un período de dos horas, de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en circunstancias parecidas”.

-Ese atracón se produce con la sensación de falta de control (sensación de que no se puede dejar de comer o controlar la cantidad que se ingiere).

Hay conductas compensatorias inapropiados de manera repetida como ser provocarse el vómito, uso de laxantes, diuréticos, enemas o ejercicio excesivo.

Deben producirse aproximadamente dos veces por semana durante tres meses para considerarse un trastorno.

-La auto evaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.

Existen otros trastornos de la conducta alimentaria llamados no especificados, cuando no cumplen los anteriores criterios.

El TRASTORNO POR ATRACON se caracteriza por ingesta en un periodo corto de tiempo de una cantidad superior a la que la mayoría de la gente podría consumir, sumada a la sensación de pérdida de control durante la ingesta.

No hay asociación a estrategias compensatorias.

Se asocian a tres o más de los siguientes síntomas:

-ingesta más rápida de lo habitual.

-comer hasta sentirse desagradablemente lleno.

-grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre.

-comer a solas y escondidas de manera voraz.

-produce una sensación de estar a disgusto con uno mismo.

-malestar al recordar los atracones.

Tienen lugar en una media de al menos dos días a la semana durante 6 meses para ser diagnosticados.

Características comunes de la bulimia y anorexia:

Miedo a el sobrepeso.

Problemas referidos a la insatisfacción por la imagen corporal: entendemos a la misma como las “percepciones, sentimientos, y actitudes sobre el propio cuerpo”. En ambos trastornos se produce una percepción o distorsionada o que no es del agrado del sujeto, porque posee metas poco realistas o de exigencia de un nivel de perfección acorde a ese nivel de belleza idealizado que contábamos que reflejan los medios de comunicación. Muchas personas perciben defectos o gordura que otros no ven “proyectando en el espejo sus propios miedos de un yo que rechazan  que  no quieren volver a ser”.

Ese no cumplir con el ideal lleva a una sensación de no valía por parte del sujeto. Esto le lleva a ciertas  conductas ya sea el ayuno, los vómitos, el ejercicio compulsivo para intentar alcanzar ese ideal.

Tienden a presentar un pensamiento Todo-Nada, sin un punto medio que los vuelve rígidos e inflexibles. Se expresa no solo en el tema de la comida sino en su vida cotidiana en general. Necesitan “dar la talla”, poniéndose metas extremas de alto nivel de perfección.

No hay conciencia de la enfermedad, eludiendo su responsabilidad y conexión entre el comer y el estar sano.

Exceso de obligaciones, utilizando frases del tipo “debo que”, “tengo que”, con la respectiva culpa si no llegan a cumplir los objetivos que se han propuesto.

Les es especialmente difícil reconocer su necesidades y deseos. Muchas veces esto tiene que ver con su propia historia porque no han sido escuchadas o los deseos de los adultos siendo niñas han estado primero que los propios, cumpliendo roles de sostén de los mismos, asumiendo responsabilidades no acorde a sus edades.

El manejo de las emociones se produce  en el caso de la anorexia acallándolas llegando a haber alexitimia, falta de contacto con las mismas. En el caso de la bulimia la comida misma es una defensa para dejar de pensar y de sentir cuando ello produce dolor.

En ambos hay trastornos afectivos expresados en ánimo bajo, bajo niveles de energía, tristeza y desesperanza. Puede haber pensamientos autodestructivos que se suman a los expresados por medio de la comida.

17 Ago 2015

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EL CUERPO FEMENINO: reflexiones en torno a ser objeto para otros, y el ideal de belleza impuesto

Los que ya me conocéis por anteriores post, sabéis de mi interés por hacer confluir aspectos sociales y psicológicos  ( y sobre todo utilizando la perspectiva de género) con la fotografía, su uso terapéutico y a su vez de denuncia social.

En los grupos de mujeres reflexionamos, a partir del trabajo de varias artistas, el cuestionamiento a los estereotipos de belleza femenino al que estamos inmersas las mujeres, y hoy en día se suman los hombres,aspirando a cuerpos eternamente jóvenes, esbeltos, delgados.

Me interesa hacer este marco para poder contextualizar desde los social posteriores post sobre los llamados trastornos de alimentación. A los factores psicológicos, familiares de cada caso en particular que habría que analizar en dicha problemática, se suman los socio culturales: mensajes que recibimos a modo bombardeo através de los medios de comunicación, de Internet, y que se hacen carne en nuestras vidas, en la imagen que tenemos de nuestro cuerpo y como nos relacionamos con él.

A su vez, me gustaría señalar como el cuerpo femenino es tomado como un objeto, siendo fragmentado, y con la consecuencia de poder ser usado por otros, deshumanizando a las mujeres en las publicidades, por ejemplo. Si puede ser utilizado, puede ser violentado por otros, consumido y desechado.

 Si hablamos de la imagen que se representa del cuerpo femenino en la publicidad, tenemos que hablar de la  COSIFICACION DEL CUERPO FEMENINO.

A las mujeres nos causa rechazo, a muchos de los hombres que no lo ven con conciencia crítica lo consumen, lo comparten, lo hacen circular en las redes.  La publicidad sexista lo avala…

La socióloga americana Caroline Heldman destaca que a la hora de poder identificar la presencia de cosificación sexual en las imágenes podemos hacernos las siguientes preguntas ante una publicidad, por ejemplo:

-¿La imagen muestra únicamente una parte o partes del cuerpo de la persona?

-¿Muestra la imagen a una persona sexualizada que actúa como soporte para un objeto?

-¿Muestra la imagen a una persona sexualizada que puede ser intercambiada o renovada en cualquier momento? La “intercambiabilidad” es un elemento común en la publicidad y refuerza el concepto de que las mujeres, al igual que los objetos se usan y se descartan.

De este tipo de imágenes esta llena la publicidad, imágenes que  apela al consumo del hombre,donde  la mujer es usada por ejemplo, meramente un soporte de objetos de lujo, y ella puede ser consumida, y hasta comprada si el poder adquisitivo de estos señores se lo permite..

 Ya que hablamos de arte, y crítica a la imagen que se transmite de la mujer, no debéis perderos el trabajo de la artista española Yolanda Domínguez, la cual cuestiona por medio de su trabajo, estas miradas degradantes. Aquí os dejo el link: www.yolandadominguez.com/

 En relación al ideal de belleza, artificial, trabajamos con las fotos del proyecto de «Plastic Bodies», de la fotógrafa Sheila Pree Bright (retrato que ilustra este post es creación de la fotógrafa y parte de su proyecto). Aquí os dejo su link: http://www.sheilapreebright.com/

 La misma cuestiona el ideal de cuerpos femeninos estilo Barbie, y hace reflexionar a las mujeres acerca de esa fantasía de belleza, donde el cuerpo vuelve a ser un objeto, de plástico… (nos recuerda a las siliconas, nuevamente  lo humano se diluye, mujeres de plástico…o muñecas hinchables, da igual…).En su trabajo mezcla los rostros y los cuerpos de las mujeres negras estadounidenses con los rostros y los cuerpos de las muñecas. Las fotos retratan la compleja relación entre las mujeres negras y los estándares de la belleza blanca, por lo que combinan imágenes de mujeres reales en comparación con muñecas Barbie.

¿Cómo se vería Barbie si tuviera rastas en el pelo, un tatuaje en la espalda baja, un piercing en el ombligo, un abdomen un poco más cercano a la realidad, los dientes disparejos o unos senos más normales? Y, sobre todo, ¿cómo se verían esos detalles en el conjunto de un cuerpo «perfecto»?

Me gustaría agregar (para una visión esperanzadora aunque a contracorriente) como estos cuestionamientos y cambios, ya se hacen realidad, en el diseño mismo de las muñecas (del diseñador Nickolay Lamm). Os dejo el link de Lammily, la “Barbie normal”, “con celulitis, granos, estrías y tatúes” ;  http://blogs.publico.es/strambotic/2014/11/klaus-barbie/

 No sólo las artistas denuncian y sensibilizan en relación a los estereotipos sino sobre las consecuencias que producen en las adolescentes y en las mujeres en general el ideal de belleza ligado a la delgadez. “Al identificarse delgadez con éxito profesional, y sentimental, belleza, juventud, buena salud y fuerza de voluntad, nuestra cultura ha ido gestando, a través de los mensajes transmitidos por los medios de comunicación de masas, un cambio profundo del concepto de ideal físico al que se debe aspirar.” El mensaje que se les transmite a las mujeres es que pueden ser queridas, valoradas, exitosas si poseen un cuerpo irrealmente perfecto.

El trabajo de la fotógrafa española Laila Abril, es duro y arriesgado porque muestra lo que muchos no quieren ver, y paradójicamente lo hace  utilizando lo que esta al alcance de todos, Internet, las imágenes que circulan entre las chavalas que sufren anorexia para animarse a persistir en su cometido de mantenerse en el extremo de la delgadez, al borde de desaparecer…También ha trabajado la temática de la bulimia nerviosa desde una perspectiva artística y de sensibilización social.

Recomiendo que echéis un vistazo a su web: http://www.laiaabril.com/project/thinspiration/

Si lees este post, te sientes como mujer presionada a cumplir con estos cánones de belleza, para gustar a otros, para tener un cuerpo perfecto, o sientes que no te gustas a ti misma; si esto te obsesiona y ocupa tus pensamientos, generando malestar o frustración, no dejes de consultar con una psicóloga

Nos merecemos disfrutar sin estas ataduras de nuestro cuerpo con libertad, sintiéndonos sujetos y protagonistas de nuestra historia.

10 Nov 2014

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“Relatos Salvajes” o el porque de la ira….

El otro día tuve el placer de poder ver una buena película en el cine: Relatos salvajes, película argentina escrita y dirigida por Damián Szifron (2014). Seis historias que nos hacen reír pero que son verdaderos dramas que dan cuenta de lo que podemos hacer con nuestra ira, y el deseo de venganza.

Una de las historias “El más fuerte”, cuenta muy bien como se enciende la ira en nosotros, llevando en este caso a una escalada de violencia destructiva en ambos protagonistas.

Soy experta en meter la pata y contar el final de las historias a los amigos que todavía no han visto el film, pero como he visto que estaba en la wilkipedia descripta, me tomo esa licencia:

“Diego Iturralde viaja por la ruta en la provincia de Salta en su lujoso coche, cuando se cruza con un viejo auto que le va cerrando el paso. Diego se le adelanta para seguir su camino y lo insulta tratándolo de «negro resentido». Cuando pierde rastro de aquel auto kilómetros más adelante, pincha un neumático y se ve obligado a parar en la banquina. Vuelve a cruzarse con el automovilista a quien había insultado, quien al verlo decide detener su auto delante del suyo. El conductor comienza a destrozar el auto de Diego. Tras pedidos de disculpa rechazados, la ira se apodera de él, arranca su auto y embiste el de su agresor, arrojándolo así por un barranco que derivaba en un río. El hombre logra salir y Diego comienza a perseguirlo con su auto, pero la rueda de auxilio, que no estaba bien ajustada, se suelta generando que el vehículo caiga también por el barranco. El hombre va a buscarlo para terminar con la vida de Diego y logra entrar al auto donde se genera una desenfrenada lucha…” (y esta vez no cuento el final).

Tod@s hemos sentido en algún momento en mayor o menor medida los signos físicos de la ira. Nuestro cerebro esta preparado para registrar si un estimulo puede considerarse una amenaza y evaluar el peligro. Si la conclusión es que no la hay, liberamos la tensión, los músculos se relajan y volvemos a estar como dice Daniel Siegel receptivos”,  la mente esta clara y tranquila, podemos utilizar nuestra parte reflexiva y racional.

Pero si en cambio la valoración es a favor del peligro, el estimulo pasa a ser relevante: “es malo”, “me está atacando” . Uno de los comportamientos que se activa (y es propio del mundo animal) es la posibilidad de la lucha. Nuestro sistema nervioso autónomo se prepara: el corazón late con fuerza, se dispara la adrenalina, se libera cortisol en sangre (la hormona del estrés) y ya estamos preparados para la acción. Si ponemos en palabras las emociones en juego son de ira, impotencia, rabia, miedo, frustración. En ese momento, ya estamos en modo automático, es decir no pensamos, somos pura reacción, nuestra ventana de tolerancia es estrecha, lo que significaba que por ejemplo antes contábamos hasta diez, o respirábamos hondo, y ahora esas estrategias ya no sirven, ya el mecanismo se ha disparado, solo queda explotar.

En la escena descripta más arriba vemos a Diego indefenso dentro del coche, pidiendo disculpas, un poco invadido por el miedo, otro poco porque se capacidad reflexiva funciona  todavía. Pero luego se dispara y ambos ponen el automático en una lucha por destruir al otro. Daniel Siegel habla de cómo se anula en ese momento la “flexibilidad de respuesta” que permite insertar un intervalo temporal entre el estímulo y la respuesta. Esa capacidad es una parte importante de la inteligencia emocional y social. Nos permite ser plenamente conscientes de lo que sucede y refrenar nuestros impulsos a tiempo para elegir la mejor respuesta. También expresa que se anula la “conciencia moral” entendiéndola el autor como la capacidad de pesar y de actuar para el bien común o la sociedad. ( D Siegel, 2011).

Volvamos más atrás en la escena, en el origen, y donde se dispara la escalada. En la carretera y cuando se cruzan por primera vez Diego y quien será su agresor, el primero reacciona insultándolo ante su mala conducción con un “negro resentido”.

Me imagino a este hombre con una conversación interna en su mente, la rumia mental (encadenamiento de pensamientos dañinos) que le lleva a que el proceso físico se inicie. Me lo imagino en un monólogo interno como: “que se cree este porteño, todos son iguales vienen a pasarme por encima, creo que soy poca cosa por ser de provincia, llamarme negro a mí…(recuerdos que se vienen de cuando otros lo han hecho por ejemplo, burlándose de él en la escuela, hasta insultos de su propio padre, o comparaciones con sus hermanos).

Podríamos pensar que Diego ha puesto el dedo en la llaga, en alguna historia de su pasado, que quedo allí incrustada y no resuelta, donde lo hicieron sentir pequeño, poca cosa, siendo tal vez desvalorizado o humillado. Tal vez no tuvo muchas posibilidades en su historia de canalizar las emociones (legítimas) que el ser tratado así le genero, de otra manera, por ejemplo expresarlas, sentirse apoyado por un adulto protector, desarrollar habilidades de comunicación de sus emociones y ser asertivo pudiendo poner los limites en otras situaciones a través de las palabras.

Seguramente de niño aprendió a guardar la tristeza que tenia y no sacarla en forma de llanto, porque le transmitieron que los hombre no lloran, o presencio modelos de resolución de conflictos donde el uso de la fuerza era la estrategia natural. Esto quedo guardado en su cerebro y cada vez que se sienta amenazado o en peligro volverá a dispararse el mecanismo de la ira. (En este caso concreto no, porque no le han quedado posibilidades, la ira puede ser destructiva y generar daño, pero mejor no lo cuento por respeto a los amigos…)

¿Qué podríamos hacer si fuese posible para ayudar al protagonista?. Por un lado, dotarlo de estrategias de control, aprendiendo a registrar las sensaciones que su cuerpo le envía, antes de que el “modo reactivo”, automático, ya este disparado (y sólo quede explotar). La estrategia de “tiempo afuera” podría ayudar por ejemplo, si en ese momento la persona con quien interactúa pasa a estar en riesgo. La retirada de la escena a tiempo podría evitar el daño. Por otro lado tendría que aprender a autorregularse, como bajar esas sensaciones corporales por ejemplo, a través de un esfuerzo físico (salir a correr), u otras estrategias que lo contacten con la calma y la tranquilidad. Pero lo más profundo seria poder detectar que del pasado lo ha disparado, volver a  procesar e integrar esas escenas dolorosas, traumáticas en donde aprendió a sobrevivir por medio de la descarga de la agresividad. Esto implica un trabajo terapéutico con otro, que repare en el vínculo y ayude a elaborar esas historias en vez de actuarlas. “Poder reflexionar sobre esas experiencias con cierta distancia, y con una apertura, una observación y una objetividad que entonces no había tenido. Poder ver como esas episodios reactivan recuerdos muy profundos que explican la reacción. (D Siegel, 2011). Recuerdos del pasado pueden aparecer para redirigir nuestra conducta. Esas asociaciones pueden hacernos reaccionar de manera automática.

 Ya sabes, si te sientes identificad@ con esta manera de reaccionar, si tienes miedo de hacer daño porque no lo controlas, si detrás de ese ataque que te hace sentir poderoso hay un niño humillado, castigado que se siente muy pequeño, no dudes en buscar ayuda de un profesional psicólog@. “Los momentos difíciles de nuestra vida se pueden convertir en oportunidades para obtener una comprensión más profunda de nosotros mismos y de nuestra conexión con los demás.”(D Siegel, 2011).

Recomiendo a  Daniel Siegel,  “Los crepes de la ira”, en Mindsight: la nueva ciencia de la transformación personal. (Paidos, 2011).

Imagen del cartel de Relatos Salvajes.