21 Mar 2014

BY: admin

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Una crianza sana es…

Los niños necesitan de una figura de apego, que significa ello: necesitan de un adulto (cualquier adulto disponible puede cumplir esa función, no tiene porque ser los padres biológicos) que sea estable en el vinculo, que le genere seguridad y tranquilidad para explorar el mundo que le rodea, para aprender.

Para ello el adulto que cumpla esa función debe estar “en sintonía con el niñ@”, conectado al niño para poder entender que necesita y satisfacer sus necesidades afectivas, de cuidado, calmarlo… Poder expresar sus emociones, sean emociones positivas o negativas: darle lugar a la palabra, encontrarse con la disposición del otro para calmarlo (que no les reste importancia pero que no lo alarme, sino que lo calme).

El adulto cumple una función de regularlo emocionalmente para que esas emociones no le desborden.

Necesita conocer su historia: los niños a una determinada edad comienzan a contar historias de otros y luego de si mismos. Necesitan que los adultos den espacio a ello: ello es muy importante: podemos hacerle su álbum de fotos, contarles de su nacimiento, etc. De mas esta decir que “las mentiras tienen patas cortas”, subestimamos a los niños porque pensamos que por el hecho de serlo “no entienden o no se enteran”… Generar un clima de confianza que permita que nos pregunten, que expresen lo que temen o lo que les genera curiosidad. A veces los adultos creemos que si silenciamos situaciones dolorosas ell@s no sufrirán. Los niñ@s perciben por ejemplo la tensión que puede haber en casa o si estamos angustiadas, no sirve que lo ocultemos, el no saber puede angustiarles mas. (no solo es lo que se dice con palabras sino con el lenguaje emocional, el clima emocional que hay en casa, la manera de estar con el otro).

 Aprender a ser sujetos autónomos no se logra de un día para otro, ni en la adultez, se logra desde que somos pequeñitos, acorde a la etapa que estamos atravesando iremos adquiriendo nuevos aprendizajes, nuevas responsabilidades y a la vez nuevas libertades. Ser reconocidos por nosotros en sus logros, en que van creciendo, aprendiendo. Hacerles sentir que como adultos sentimos placer por el tiempo que compartimos con ellos. Serán sujetos con autoestima, seguros de si mismos, si los hemos reconocido y no los hemos ignorado (por ejemplo:“a mis padres les daba lo mismo que en la escuela me sacase un uno o un diez”) o herido cuando en algo se equivocaban por ejemplo: en vez de señalarse en que se han equivocado y enseñarle a hacerlo juntos comenzar a decirles: “eres un tonto, lo has hecho mal”.

Los niñ@s deben entender como se sienten los demás y porque la otra persona por ejemplo, esta disgustada…ponerse en el lugar del otro: “¿cómo te hubieses sentido tu si Maria hubiese…?” Necesitan de limites y rutinas. Debe adquirir de pequeñitos el sentido de la responsabilidad en las tareas acorde a la etapa evolutiva en la que se encuentren. Por ejemplo: un niño desde pequeñito tiene que aprender a ordenar sus juguetes primero con ayuda del adulto luego solo.

Debe aprender a tolerar la frustración: “lo que quiero lo quiero ya”, a ser empático con los otros, a ponerse en el lugar de los otros, a respetar los espacios de los otros niños. Los castigos deben enseñar en que se han equivocado, que ello tiene consecuencias: deben ser justos, limitados en el tiempo y sostenidos, pero nunca deben herir su autoestima, ni deben ser frutos de la descarga de la ira de los adultos. Aunque como hemos dicho debemos dar lugar a las emociones y su descarga, hay aspectos básicos que no debemos negociar: el respeto por el otro, reglas de conducta que consideramos inadecuadas (ej faltar el respeto, tirar cosas, hacer daño a alguien), deben considerarse prohibidas incluido en los momentos de emociones intensas.

Debemos evitar la crianza diferencial si es hombre o mujer: aprendamos a observarlo y enseñarles por igual a ser autónomos, a valerse por si mismos, no dejando que los estereotipos de género nos guíen, como seguimos escuchando: “la nena tiene que volver antes a casa”; “ el nene ayuda en casa pero como lo hace mal que lo haga su hermanita…”

Necesitan jugar, desarrollar la creatividad. Un niño que no juega, es un niño que algo malo le sucede. Eljuego es aprendizaje, estimula la imaginación, la fantasía. Tomémonos tiempo para jugar con nuestros niños.